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sábado, 30 de junio de 2018


San Pedro y San Pablo
Viernes 29 de Junio.
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Pedro es el primero de los apóstoles y amigo fervoroso de Cristo de quien mereció el oír las palabras: A mi vez te digo que tú eres Pedro. Había él dicho al Salvador: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo. El Salvador díjole entonces: Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Sobre esta piedra estableceré la fe que confiesas. Sobre lo que dijiste: Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, edificaré mi Iglesia.

6. MARAVILLOSA MUDANZA DE SAN PABLO.—
Venga también Pablo, Saulo en otro tiempo; lobo antes, cordero después; antes enemigo, después apóstol; antes perseguidor, después predicador. Venga y reciba de los príncipes de los sacerdotes autorización de abrumar con cadenas y de llevar al suplicio a los cristianos doquiera los halle. Reciba, reciba esta licencia y vaya y corra, ansioso de matar, sediento de sangre. El que mora en el cielo se burlará de él. Iba, pues, al decir de la Escritura, ansioso de matar, y avecinábase a Damasco, cuando el Señor le gritó desde el cielo: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Yo estoy aquí y ahí; aquí la Cabeza, el cuerpo ahí. No nos maravillemos, hermanos míos, porque nosotros pertenecemos al Cuerpo de Cristo. Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa es para ti dar coces contra el aguijón. A ti únicamente hieres; porque la Iglesia mía más crece cuanto es más perseguida. Despavorido y temblando: Señor, dice, ¿quién eres tú? Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues. Súbitamente mudado, espera una orden, depone su odio y se dispone a obedecer. Dícesele qué debe hacer, y antes de ser Pablo bautizado, el Señor dijo a Ananías: Busca tal barrio, y en el barrio, al hombre que se llama Saulo, y bautízale; porque es para mí un vaso de elección. Este vaso ha de llevar dentro alguna cosa, no debe estar vacío. Necesario es llenarle. ¿De qué sino de gracia?
(Del Sermón 295- San Agustín)

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