
Ésta foto tiene ya siete años. Fue tomada en la Iglesia de San Martín de Porras en Homestead, Florida.
Todos los días 13 de cada mes, la Misa y la Exposición del Santísimo. Misa por sanación física y espiritual. Se pide por sanación y también se danban los testimonios. La Iglesia se repletaba, y los pomitos (eran de cristal) con el aceite eran tirados al aire, pero no alcanzaba para todos los que suplicaban que le dieran. Yo alcancé a coger uno porque una monja muy cariñosa me lo dio afuera cuando decidía irme. Como si estuviera aguardando por mí dijo así:- Hermana tome para que pueda unjir, que sea de bendición.
Según el Arcángel Rafael:
"Este aceite de sanación será un remedio que ayudará a sanar cualquier tipo de enfermedad.
Este aceite tiene la bendición del cielo, por eso aprécialo altamente y hónralo siempre.
Los pétalos de rosas son de aquellas que han sido colocadas ante la imagen de la virgen "María Rosa Mística"
Este bálsamo aliviara cualquier dolor, enfermedad o sufrimiento. Al aplicarlo se debe rezar las siguientes oraciones:
Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la Tierra.
Creo en Jesucristo su único hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra
y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos y al tercer día resucito de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre Todopoderoso
y de allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, La Santa Iglesia Católica,
la comunión de los Santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de los muertos y la vida eterna.
Amén.
Luego, repita 3 veces las siguientes oraciones:
Oh! Madre de Dios, María Rosa Mística, concédeme junto con el Arcángel San Rafael, el Ángel de la Sanación de Dios, la gracia, sentir un profundo dolor por mis pecados e implorar ante Dios 3 veces Tu Santo Nombre, para que El me conceda auxilio divino en mi actual enfermedad.
Amen.
Gloria al Padre, Gloria a la Madre,
Gloria al hijo y Gloria al Espíritu Santo,
como era en un principio, ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Bendito y alabado sea el nombre del Señor, ahora y por toda la eternidad.
Amén".
Tomado del Libro: "María Rosa Mística – Virgen Peregrina"
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